La otra razón por la cual debemos de ser miembros activos de una iglesia local es porque la Iglesia ejerce en nosotros una influencia preservadora y santificante. Nos da sentido de responsabilidad personal para con Dios y la comunidad cristiana. Cuando uno vive una vida demasiado privada o ajena a la comunidad, el enemigo usa nuestro aislamiento como un método para facilitar la prevalencia del pecado en nuestras vidas.
Hechos 6:3 “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo”
1 Timoteo 3:7 “También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.”
Galatas 6:1 “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.”
Galatas 5:16-26 “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.”
La experiencia cristiana ensena que una fuerte presencia de la iglesia en nosotros y una fuerte presencia de nosotros en la iglesia promueve la santidad, y la consagración a Dios.
Precisamente la razón por las cuales muchos cristianos no son miembros activos en sus iglesias, y rehúsan ocupar puestos de liderazgos en sus iglesias se debe a que no quieren perder la libertad y la privacidad que les permiten continuar con un estilo de vida en la carne. En otras palabras, es mejor para ellos no pertenecer a ninguna iglesia porque así no se ven en la obligación de darles cuentas ni explicaciones a nadie sobre las decisiones y acciones de sus vidas.
Conclusion:
Adam y Eva tomaron la decisión de ser independientes de Dios y sabemos cómo esa historia termino. Parte del Señorío de Cristo en nuestras vidas consiste en estarle sujetos a Él por medio del compañerismo y servicio en su pueblo. No se trata de promover una hipocresía, o una fachada o apariencia de piedad, es decir de mantener una presencia en la iglesia local para que otros crean que somos santos y devotos. Mas bien se trata de mantener una presencia fuerte en la iglesia y una presencia fuerte de la Iglesia en nosotros porque Dios nos guía, ministra, fortalece, llama, corrige, advierte, amonesta y enseña por medio del compañerismo de la Iglesia.
Como dice el dicho: “Al que a buen árbol se arrima, buena sombra le acobija” – Si estamos mas unidos al mundo que a la Iglesia, nos pasara como a Lot que poco a poco fue poniendo sus tiendas hacia Sodoma, al punto que termino viviendo entre ellos. Genesis 13:12: “Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma”.
En ningún momento la participación en la membresía activa en una iglesia local es una garantía que no pecaremos, o que nuestras vidas estarán mejores con el Señor. Estas cosas solo las puede garantizar Dios. Mas sin embrago, es muy cierto que la membresía en una iglesia y nuestra fuerte participación en la misma, promueve la vida en el Espíritu y crea las condiciones que nos hacen seres responsables de nuestra vidas ante Dios y ante los demás. Esto nos crea un balance moral y espiritual en lo relacionado a nuestra libertad personal que tanta falta nos hace, especialmente en estos tiempos.
Toma la decision de unirte a una iglesia local de sana doctrina donde se promueva no solo el servicio a Dios, sino la auto negación, y la santidad al Señor. no dejes que tus deseos egoístas por autonomía terminan apartándotelas de Dios!
Que Dios te bendiga
Pastor: Alberto Guzman
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